BIENVENIDOS

Como ya habréis observado, tanto el espacio como el título, están pensados especialmente para vosotros y por vosotros. Por una cuestión de ética - que no de hípica :))) - buscaré todas las maneras posibles de facilitaros un poquito el camino. Para ello utilizaremos este blog, en el que os colgaré cosas que me puedan parecer interesantes, sobre todo, enlaces a páginas donde repasar conceptos ya estudiados. Pero también, iré dejándoos todo aquello que caiga en mis manos relevante o enriquecedor. Encontraréis además acceso a otros blogs educativos, a otras páginas... que, seguro, os resultarán muy útiles

En definitiva, como siempre, intentaré transmitiros mi amor por las palabras. De igual manera espero que, a través de ellas, vosotros vayáis dejando vuestras opiniones y vuestras dudas.

jueves, 2 de junio de 2011

LORCA Y COHEN

     Leonard Cohen, no le conocéis, si os hablo de él me miraréis como cuando lo hago de Ismael Serrano o incluso de Sabina o, como en el post anterior, de Serrat, sin embargo, al igual que la de ellos, su música nos ha acompañado - a vuestros "ancianos" profesores- durante toda nuestra vida consciente. Y ayer, precisamente, no por su música sino por sus letras, por sus poemas, por sus historias, le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras - seguir el enlace si queréis leer más sobre la noticia-
     Pues bien, este cantante, sintió tal pasión leyendo a uno de nuestros poetas más universales: García Lorca, que no solo puso música a algunos de sus poemas, sino que incluso bautizó a su hija con el nombre de Lorca. Ya sé que no es nuestro período y que ni siquiera está en nuestro idioma, pero no me resistía a dejaros una de esas canciones, una de las más famosas, en las que inmortalizó poemas de Lorca "Take this Waltz" la tituló. Tras el vídeo, os dejo la letra, surreal, hermosa, apasionada y onírica... espero que alguno sepáis disfrutarla





 Pequeño Vals Vienés

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

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